Cuando llegué a la discoteca donde estaba mi papá, entré con un grupo de hombres imponentes.
Mi papá estaba bebiendo y coqueteando con la amante suya.
Los dos la estaban pasando muy bien.
Cuando me vio entrar rodeada de hombres, mi papá se puso rojo de coraje.
De una vez, me dijo:
—¡Eres una desagradecida! ¿Te crees la policía, atrapando a un criminal?
Respondí, con una sonrisa molesta:
—Pues mira qué bien usaste la palabra. Exactamente, vengo a atrapar a un infiel y a una farsante.
Cuando terminé de hablar, hice una seña a los hombres que venían conmigo para que agarraran a esa mujer.
La verdad, Asher es muy eficiente.
Le pedí unos guardaespaldas con aspecto fuerte, y me consiguió unos que parecían matones de una pandilla.
Con solo ver esas figuras enormes y esas caras llenas de coraje, hasta yo me sentí intimidada.
—¡¿Qué quieren hacer?! ¿Por qué me están agarrando? —gritó la amante al instante.
Cuando vio lo que pasaba, mi papá también se puso nervioso.
Me agarró del brazo y me grit