—¿Además de lastimarte, qué más sabe hacer ella? En cambio Camila es diferente... —Sayuri habló mientras la acercaba a su lado, y miraba a Mateo con seriedad.
—Camila es educada, comprensiva, sabe cuidar de los demás. Si estás con ella, serás feliz. En cambio, esta tal Aurora, jamás te ha tratado como a un esposo. En el fondo de su corazón, te desprecia. Si ahora es amable contigo, es solo porque te va bien. Te apuesto lo que quieras a que, si volvieras a estar en la ruina, ni siquiera te voltearía a ver.
Aunque por dentro no estaba de acuerdo en lo absoluto con lo que decía Sayuri, y me moría de ganas por responderle con un par de verdades, recordé lo que me había dicho Valerie: que los conflictos entre suegra y nuera es mejor dejárselos al hijo. Así, toda la ira de la mamá se dirigirá a su hijo y no a la nuera.
Con ese pensamiento, apreté los labios y aguanté, sin decir nada.
Mateo me lanzó una mirada disimulada, sonriendo un poco.
Apretó suavemente mi mano y me dijo con una voz ama