Sobre la mujer con la que mi padre le fue infiel a mi madre, después le pediré a Mateo que investigue.
Si resulta que fue Camila la que quiso meterse con mi familia, ¡no pienso tenerle piedad!
Mientras recalentaba la comida, separé un poco a propósito.
Después de cenar con mi madre, volví a calentar lo que había reservado, lo empaqué en un tupper y me preparé para llevárselo a Mateo.
Por suerte, el hospital no estaba lejos, en media hora conduciendo llegaba.
Eran las ocho y media de la noche cuando llegué al hospital.
Al mirar hacia los pisos de arriba, me preocupaba que Sayuri y Camila todavía estuvieran allí.
Estaba dudando si llamarlo antes, cuando justo fue él quien me llamó primero.
Respondí de inmediato.
—¿Piensas matarme de hambre? —escuché la voz de Mateo, con un tono quejumbroso.
—¿No le pediste a Camila que te trajera algo para picar? —pregunté, algo apurada.
—No —hubo una breve pausa antes de que añadiera, riéndose.
—Quiero tu sazón.
Me sonrojé mientras miraba el tupper.
—T