Capítulo 1553
—Sí —no tenía nada que esconder, así que miré a Javier y a su amigo médico y les dije con calma—: Tenemos cosas que hacer. Espero que nos dejen pasar.

Alan abrió la boca, listo para seguir presumiendo, pero lo jalé y nos fuimos. De verdad no quería pasar ni un segundo más cerca de Javier. Al mismo tiempo, el miedo me aceleraba el corazón; me aterraba que Alan lo provocara demasiado y que Javier terminara contando lo que pasó esa noche. Si él lo mencionaba delante de cualquiera, ¿qué iba a hacer yo?

Nos subimos al ascensor con los nervios de punta. Cuando las puertas estaban a punto de cerrarse, alcancé a ver a Javier todavía parado ahí, mirándome fijamente; su cara pálida se veía demasiado tranquila, casi inquietante. Una angustia que no podía explicar me invadió el pecho y no se me quitó ni un poco hasta que las puertas se cerraron por completo.

En el ascensor casi no había gente, así que Alan me miró, confundido:

—Aurora, ¿qué pasó entre tú y ese tal Javier? ¿Y por qué está herido? —
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App