Era increíble, de verdad. Un asesino que trabajaba de guardaespaldas, alguien capaz de matar a cualquiera sin pestañear, y aun así no podía controlar sus emociones.
Me quedé callada un momento y luego hablé con cautela:
—La verdad, siento que la gente de Henry debe de ser mucho más fuerte que la de Jeison. Al fin y al cabo, Henry es impresionante, los que trabajan bajo sus órdenes deben serlo aún más.
—Eso se sabe, ¿hace falta que lo digas? —Henry suspiró, con mucha confianza.
Aproveché el momento:
—Entonces, ¿sí me prestas un grupo de gente para me ayude un rato?
Henry se quedó atónito y no respondió. Por su parte, Waylon se rio con esa ambigüedad suya que siempre irritaba.
—Ese Jeison vino especialmente a ayudar a Camila, y una no sabe qué clase de lío hay entre ellos. Me preocupa que Jeison se la lleve después y termine perjudicando a su señorita —añadí rápido.
—¡Que se atreva! —dijo Henry, con tono serio.
—¿Y por qué no se atrevería? Mañana es la boda de Camila con mi hermano, y a