Camila había hecho un sinfín de cosas horribles; incluso en este momento, con un montón de maldad guardada en su interior, podía dormir tranquila. Yo, en cambio, no podía dormir para nada. Pensando especialmente en el plan malvado de Camila, me sentía cada vez más inquieta. Si esta noche Carlos no lograba ponerle el amuleto a Camila, entonces quizás nunca sabría de este plan. Y mañana seguramente ni siquiera sabría cómo me atrapó.
Si esos tres hombres que Camila encontró de verdad llegaban de hacerme daño...
Al pensar en esto no pude evitar estremecerme. Qué mujer tan malvada.
Mientras la insultaba en mi mente, mi teléfono sonó de repente. Miré la pantalla y me extrañó: número extranjero.
“¿Waylon? ¿O será Jeison?”
Además, ya pasaban de las dos de la mañana. Lo pensé un momento y al final contesté la llamada. En cuanto contesté escuché una risa alegre. Era Waylon.
Me extrañó que en los últimos días hubiera estado tan tranquilo. Parecía que estaba esperando el "gran espectáculo" del q