—Javier, no es él.
Javier se extrañó y preguntó con calma:
—¿Estás segura?
—Segura. Desde que llegó al extranjero, nuestra gente no ha dejado de vigilarlo las 24 horas del día. Al principio solo se quedaba en el apartamento recuperándose, pero después consiguió un trabajo en una biblioteca. Básicamente solo iba del apartamento a la biblioteca, sin nada raro en su rutina.
Mientras escuchaba la voz de la otra persona, no pude evitar sentirme confundida. ¿De quién estaban hablando? ¿De Michael?
O sea, desde que enviaron a Michael al extranjero, Javier ya había puesto a alguien a vigilarlo, ¿verdad? Por eso ese día Javier había podido afirmar con tanta seguridad que Jeison no podía ser Michael. Resultaba ser que Michael siempre había estado bajo su control. Si eso era cierto, entonces Jeison no podía ser Michael operado. Pero si no era él, ¿quién era entonces?
Mientras pensaba en esto, Javier ya había colgado sin que me diera cuenta.
—¿Ahora crees que Jeison no es Michael? —me preguntó,