Además de la voz de Camila, se escuchaba la respiración tranquila de Carlos.
La voz de Camila sonaba algo lejos, tanto que la respiración de Carlos casi tapaba lo que ella decía.
Tuve que prestar mucha atención para oírla bien.
—Lo he probado, vi con mis propios ojos cómo esa mujer rompió la cruz en pedazos, así que no te preocupes, esa cruz no tiene nada raro.
—Ja, ja, ja, te lo dije, tienes demasiada fe en esa mujer, ¿cómo podría ella hacer algo raro con la cruz?
Me quedé intrigada.
Parecía que no había sido ella la que sospechó de la cruz, sino que la persona con la que hablaba se lo sugirió.
Pero, ¿quién sería esa persona?
¿Sería la misma que la está protegiendo desde el extranjero, como la figura importante que Henry mencionó?
Sin embargo, ¿qué relación tenía esa persona con Camila, y por qué querría ayudarla a enfrentarse a mí y a Mateo?
La cabeza me empezó a dar vueltas.
Decidí dejar a un lado las dudas y seguí escuchando.
—No lo sé, pero ella de verdad se divorció de Mateo, lo