Él le dijo a Carlos:
—No puede ser, si Aurora se entera seguro se va a poner triste.
—No dejemos que se entere y ya está. Si esta cruz no tiene problemas, naturalmente se la voy a devolver. Pero, si resulta que esta cruz tiene algún problema, pues eso podría destapar la conspiración entre ella y Mateo, ¿no?
Camila dijo esto mientras miraba la cruz alrededor del cuello de Carlos.
Carlos, rápido, cubrió la cruz con las manos y le dijo que no, dejando claro que no quería.
Camila lo miró con rabia, luego volteó hacia Javier.
Lo tomó por el brazo, haciendo un puchero:
—Javier, solo déjame llevarla a revisar, no va a dañar la cruz. Si todo está bien te la devuelvo, y ella no lo va a saber, ¿verdad?
Javier se quedó en silencio por unos segundos antes de hablar; su voz era muy tranquila: —¿Cómo quieres que la revise?
Sonreí un poco.
“¿Este es el Javier que decía que nunca más le iba a confiar a Camila y que solo me iba a confiar a mí?”
En realidad, lo que estaba claro era que, en el fondo, no