Capítulo 1183
Le respondí, con una sonrisa sarcástica:

—¡Vaya, qué coincidencia!

Carlos me miró un segundo y luego se inclinó hacia Camila para decirle en voz baja:

—No hables más, descansa bien. Cuidado con abrirte la herida otra vez.

—¿Y cómo voy a quedarme callada? —dijo Camila, con una sonrisa burlona.

—Pues Aurora no viene a verme todos los días, ¿o sí? Tengo que aprovechar para charlar con ella. ¿Verdad? Ah...

De repente, un quejido de dolor salió de su boca.

Miró a Javier, que en ese momento le cambiaba el vendaje.

—Javier, ¿qué hiciste? Me duele... más despacio.

Javier no respondió; siguió en silencio, concentrado en lo suyo.

No sabía si lo hacía a propósito, pero no estaba siendo nada cuidadoso.

Camila se puso pálida y el dolor se le notaba hasta en la respiración.

Carlos, nervioso, se acercó.

—¿Por qué no... por qué no me dejas hacerlo a mí? —propuso, con timidez.

—¿Eres médico acaso? —Javier ni siquiera alzó la cabeza.

—Si se infecta la herida, ¿tú te harías responsable?

Carlos apretó los
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP