—Ahora entiendo que la calma de Alan era pura fachada; por dentro siempre quiso vengar a Valerie.
La voz de Chloe temblaba entre sollozos.
—¿Por qué este muchacho es tan terco? ¿Qué vamos a hacer ahora? Valerie sigue inconsciente y él hizo esto. No sabemos bien cómo están los otros dos heridos; los medios ya dicen que, si hay muertes, él va a pagar con su vida. ¿Qué voy a hacer sin él? —gritó, quebrada—. ¿Acaso no pensó en mí, en su madre, antes de hacer esto?
—Señora, no te angusties —dije, apretándole la mano a Chloe—. Tranquila, vamos a sacar a Alan de esta.
—Sí —dijo Mateo, firme—. Alan es mi amigo; cueste lo que cueste, lo vamos a rescatar.
Al oírlo, Chloe se cubrió la cara y sollozó con rabia.
—¡Ustedes sí que son buenos! —exclamó con desprecio—. Mira cómo actúa la familia de Alan: son unos desalmados.
Entonces entendimos por qué reaccionaron así.
Después de lo que pasó, lo primero que hizo Chloe fue ir a suplicarle al papá de Alan, Anthony Ferrucho.
Cuenta que Anthony actuó como