Narra Stefano .
Desperté temprano en la mañana, estaba infinitamente feliz. Las cosas con Beatriz iban a estar bien. Estaba decidido a nunca más alejarme de ella, a empezar de nuevo nuestro “felices por siempre”.
Mientras acariciaba su rostro y tocaba suavemente su vientre, pensaba que realmente habíamos pasado muy poco tiempo juntos, como familia. Que si bien nuestro amor era fuerte y profundo, en realidad tuvimos muy pocas oportunidades de demostrárnoslo mutuamente.
Ahora que lo pensaba, lo mejor sería tomarnos unas vacaciones, pasar tiempo los cuatro juntos, acostumbrarnos los unos a los otros a convivir mas que nunca.
Deseaba más que nada en este mundo que mis niños estuvieran felices de tenernos a los dos. Decidí impresionar a Beatriz llevándole el desayuno a la cama, mientras preparaba los hot cakes con salsa de fresas. También hice un par de llamadas, y solo era cuestión de tiempo para darle a mi diosa una sorpresa única.
Tomé una bandeja y en ella coloqué dos tazas de café con