Ariane golpeó el volante con fuerza, apenas salió a la villa principal.
Sabía que este no tenía la culpa de nada pero no encontraba ninguna otra forma de desahogarse, pues ir y golpear a Margot aunque sería inmensamente satisfactorio, no sería lo más prudente.
Porque Albert y Chantal jamás permitirían que le pusiera un dedo encima a su adorada princesita.
Estaba frustrada porque no quería estar en ese lugar, pero mientras no lograra lo que quería tenía que aguantar aún contra su voluntad.
Lo único que deseaba era recuperar las cosas de su madre y largarse cuanto antes de aquel infierno y para lograrlo, necesitaba la ayuda de Angéle y no ir a parar a la comisaría por no ser capaz de dominar sus impulsos, poniendo en riesgo los planes que tantos años le había costado planificar minuciosamente.
Por eso debía mantenerse serena y no caer en las provocaciones del par de madre e hija.
Debía pensar con la cabeza fría si quería poner todo en marcha cuánto antes y no perder su valioso tiempo en