Entre Pasiones, secretos y Máscaras

—Julio mi amor que detalloso el tuyo, me gusta como se ve nuestra cama —dijo María sonriendo mientras sentía las manos de él.

—Estas hermosa linda, quisiera comerte entera y arrancarte todo lo que llevas puesto —agrego la voz grave.

El hombre Joven sensual de mascara termino poniendo un pie en la habitación esa noche el tipo de antifaz se puso al tanto de toda la situación aparte de revisar sus mensajes de texto de María a escondidas de ella, y borrar algunos mensajes grotescos que Julio había mandado la tenía solo para él, esta noche.

Él estaba a punto de entrar a dominar la situación en aquella habitación.

Él quería acción, y era una noche fresca, para tener una noche inolvidable, como pudo prendió una lampara donde solo una luz de lámpara es la que había es la que alumbro un poco la máscara de aquel hombre fugaz, María se quedó perdidamente enamorada de su reacción. Solo estaba María y aquel hombre en esa habitación.

María al ver la máscara tiro un beso al aire.

—Te amo Julio, no piensas decirme nada —dice María.

—No, disfrutemos la noche dulce mujer —agrego el hombre de voz grave.

 Entonces María sonrió solo de pensar que julio estaba con ella. Aparentemente las cosas no fueron así ella se subió a la cama junto con el hombre, y aquellos brazos musculosos de elegante perfume la tomaron entre sus brazos la rodeó por atrás ella sintió como el mundo giraba en torno a ella en esa cama, ella pegó un grito pequeño, cuando el hombre la acariciaba, pero un grito que fue de satisfacción jamás había sentido eso, esos besos salvajes.

La cara de María se sonrojo y su cuerpo cambio se estremeció nuevamente.

 María se puso nerviosa por lo que antes de que ella quisiera soltarse de los brazos de él le dijo:

—¡Ay julio!, no puedo creer que seas tan tierno. ¿Qué te hizo entrar en razón? —Pregunto con una sonrisa dibujada en sus labios.

 El hombre de máscara no dijo nada al contrario él atrapó los labios de la dulce María y ella se vio atrapada en ese feroz beso al tiempo ella percibía su olor a perfume masculino de todo su cuerpo de repente se le puso la piel de gallina el fuego entre su corazón se esparció por dentro ella sentía cómo se quemaba.

María inconscientemente se armó de valor y lo agarró y se montó con fuerza en sus brazos, el hombre de máscara la sostuvo entre sus brazos la pegó a su cuerpo la temperatura caliente se incrementó.

Entonces la mente de ella se desbordó entró en un en un éxtasis el pequeño cuerpo de María se sintió estremecido su cuerpo se sentía tan bien al lado de ese hombre que pensaba que era julio.

había pasado cuatro años desde que él Julio la salvó de ser pobre de que la mataran, julio solía ser menos cariñoso, pero con el tiempo resulto ser un poco más cariñoso y la besaba, eso era antes de que él se fuera con ella, aunque sí le daba besos en la boca, pero eso era antes nunca había llegado a este punto de quererse la comer besarla de esa forma era tan diferentes o brazos que ella no lograba entender qué era lo que estaba pasando, se sentía en brazos desconocidos.

Julio nunca en su vida, la había tocado, no había intentado a llegar tan lejos por respeto, pero esta era una noche inolvidable es enserio habían pasado dos año y medio separados y aun así él sentía lo mismo por ella aparentemente era Julio, ella era ilusa, entonces cómo podía ser que julio estuviera haciéndole esto del amor.

¿Por qué tenía que apartarlo en ese momento de sus brazos de su piel?, si era todo lo que ella quería un hombre fuerte valiente que la amara, que la hacía sentir mujer, y esa noche había perdido su virginidad con el supuesto Julio.

A la mañana siguiente, después del apasionante encuentro íntimo con el supuesto Julio, María quedó complacida y se durmió nuevamente junto a él. Al despertar, se sonrojó al recordar la noche anterior al abrir sus ojos. El hombre enmascarado, sin pronunciar palabra, dejó claro que su interés estaba en conocerla en la intimidad y no en entablar una conversación.

Esta situación hizo que las cosas cambiaran entre ellos. A María le pone nerviosa solo pensar en la cercanía que compartieron en la cama esa noche, ya que nunca había dormido con alguien tan cerca. Aunque todavía no se ha terminado de despertar, María observa que él sigue durmiendo y decide cerrar los ojos nuevamente para dormir un poco más, al menos durante media hora.

María se sentía aliviada al ver al hombre enmascarado, pensando que era Julio, profundamente dormido y aparentemente tranquilo. La idea de que él mantuviera la máscara puesta le hizo pensar que tal vez quería ocultar su identidad, lo cual la intrigaba aún más. ¿Por qué su prometido quería ocultar su cara?.

Decidió no perturbar su sueño y aprovechó para levantarse suavemente de la cama. Mientras caminaba hacia la puerta intento abrirla, pero se detuvo, comenzó a reflexionar sobre la noche anterior y cómo había llegado a esta situación tan inusual. A pesar de las incógnitas, María sentía una conexión especial con supuestamente Julio, y eso la emocionaba.

Después vio un par de copas de vino, regresó al cama y agarro la copa una de ellas en la mesita de noche cerca del que ella consideraba Julio. Observándolo mientras él dormía sintió una extraña sensación de cercanía y cariño hacia él, aunque aún no supiera mucho sobre su extraño comportamiento.

Decidió que, cuando Julio despertara, trataría de entablar una conversación más cercana y amena con él. Quería conocer más sobre su comportamiento y sus motivaciones para usar una máscara. La curiosidad de María estaba despierta, pero también sentía una fuerte atracción hacia él, lo que hacía que todo fuera aún más emocionante.

María decidió disfrutar del momento presente y esperar pacientemente a que Julio despertara. Mientras tanto, pensaba en cómo podría abordar el tema con delicadeza para que él se sintiera cómodo compartiendo su historia. La incertidumbre de su situación no la asustaba; por el contrario, le daba un toque de misterio y emoción a su vida.

Con el corazón latiendo con anticipación, María se sentó junto a la cama, esperando el momento en que finalmente pudiera conocer más sobre el enigmático chico enmascarado que, de alguna manera, había logrado llegar a su corazón en una sola noche.

Ella vio la espalda de Julio y la vio diferente ya que él estaba sin camisa.

Ella fue la primera en despertar, por lo que se puso más nerviosa, y vio el cuerpo de él, definitivamente el cuerpo que estaba muy fitness era diferente al que ella recordaba, pero aun asi no tomo importancia y pensó mejor en su cuerpo.

  Una sonrisa fue dibujada en el rostro de María. ella recordaba el dulce placer de la noche anterior por un momento ya solo de recordar el placer que le hizo sentir a ella que se estremeció se sonrojo y tímidamente ella puso la mano en el cuerpo de él para ver cómo él reaccionaba.

Pero él se despertó y se sobre salto, el termino soltando y apartando la mano de ella de inmediato dijo:

—No — dijo en voz grave.

María se asustó mucho ante la reacción y cuando se movió un poco de la cama ella comenzó a sentir mucho dolor.

Ella sentía dolor por todos lados, era obvio, que una noche salvaje terminaría ocasionándole dolor, aparte que era su primera vez.

solo de recordar cómo le presionada contra la pared, sentía sus mejillas calientes.

ella le dijo: — amor no me quites tu mano de ti, acaso pensaste que tuviste intimidad con otra mujer que no sea yo, allí no me decías que estaba gorda —Soltó aquellas palabras retenidas.

Ella de ilusa lo besó, pero él le rechazó ese beso. El hombre parecía con resaca y confundido.

— Suéltame, no sé de hablas —agrego la voz grave.

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