Brianna, nunca pensó encontrar el amor; después que su prometido, la dejara plantada en el altar. Aunque Esteban, no es el chico amable que aparenta, algo oculta. Algo que los ojos de Brianna no pueden ver.
Leer másBriana se encontraba caminando sin ninguna clase de ruta fija.
<<¿Dónde iré..?>>
Todas las esperanzas: se habían reducido a ese día, en la misma nada. Había perdido la persona que más amaba.
No porque lo hubiera decidido así; más bien al contrario: la habían dejado plantada en el altar.
Aquella muchacha de ojos grises, siguió caminando ignorando el dolor que sentía al pisar las piedras del camino, de esa manera amortiguado el que tenía en el corazón.
No le importó tampoco las miradas curiosas de los vehículos que pasaban a su lado, nada le interesaba en ese momento. Paso a paso, se sentía cómo un cascarón sin vida; con un vestido blanco acompañando la pureza que ahora no tenía.
Algo hizo que se frenará, había una pequeña casa de madera a unos metros de distancia.
<<¿Esas Flores..?>>
Habían plantadas unas flores que ella recordaba cuando era pequeña, y eso la hizo ir a ese lugar.
Se encaminó, como una luciérnaga perdida hacia la luz.
No miro atrás, no tenía a nadie quien llorara por ella, tampoco que la extrañara: por lo tanto no le importó si en ese lugar le esperaba un destino cruel.
Después de varios minutos, ya estaba frente a frente de aquellas flores y las acarició con las yemas de sus dedos. Cerró los ojos recordando cuando su mano pequeña lo hacía.
De pronto, le dió curiosidad el interior de aquella casa, se asoma un poco cautelosa.
Aunque curiosa.
El interior estaba bastante iluminado, los ventanales al parecer ayudaban a mantener con luz propia.
Briana sin dudar ni un segundo ya había golpeado la puerta, cuando un muchacho sumamente atractivo apareció en su visión. Quiso decir algo, pero en todo el camino había intentado decir una palabra sin embargo ninguna salia de su boca.
-...
-¿Estas bien? -le preguntó.
Aquel joven miraba horrorizado, y un poco asustado aquella novia que tenía la mirada perdida. Después de echarle un vistazo leve, pudo percatar que era muy bonita. Tenía unos grandes e inexpresivos ojos grises, un cabello rubio y largo hasta la cintura.
Ella no dijo nada simplemente se quedó así parada de pie, y el la miro confuso y volvió a preguntar:
-¿Necesitas ayuda?
Ella negó con la cabeza, se dió la vuelta sin decir nada para marcharse. Pero aquel joven no podía dejar ir a aquella muchacha que se veía bastante mal, tomó su mano y al hacerlo: sintió algo que nunca antes había sentido una corriente eléctrica atravesarle la espina dorsal y al parecer aquella joven también le había sentido, porque lo miro con sorpresa.
-Quedate, te veo mal.
Briana puso sus ojos de nuevo en la fría carretera, y después giró su rostro para mirar aquel joven de sonrisa amable. Asintió con la cabeza y se dirigió al interior de la casa.
-¿Tienes hambre? -le preguntó.
A pesar de que sabía: que no tendría respuesta; aquella joven asintió con la cabeza. Ella se había sentado frente a una gran mesa, que se encontraba en el medio del salón.
Después de algunos minutos: ya tenía un plato con una sopa caliente en frente de ella. El joven se sentó a unos metros de su lado. Por algún motivo no podía parar de observarla, le daba mucha curiosidad sobre el motivo por el cual estaba en aquellas condiciones.
Era cómo si hubiera adoptado algo de la calle, no quería decirlo de esa manera o pero era lo que pensaba. Briana despues de sentirse un poco observada, levanto sus ojos grises a aquel muchacho extraño.
-No quise asustarte, solo me das curiosidad, lo lamento.
Briana , no pudo decir nada. Más bien al contrario se quedó en silencio sin decir nada y tampoco sin poder hacerlo.
Al resto del día pasó sin ninguna clase de inconveniente para ella.
Mientras ella observaba con curiosidad la ventana, aquel desconocido amable se acercó su lado y la miró un poco confuso.
-Mi nombre es Esteban.
Ella asintió sin decir nada más.
Entonces él decidió continuar hablando sabiendo que no tendría respuestas del otro lado.
-Tengo 28 años, vivo solo hace algunos años. A decir verdad hace mucho tiempo no recibía ninguna clase de visita, por eso seré sincero y te diré que me agrada que estés aquí. Pero eres libre o sea si quieres irte en algún momento hazlo yo no te detendré.
Ella asintió y dijo con gestos. Saludo hacia el, el objeto de gratitud.
Él tomó su mano y le dijo:
-Te llevaré a tu habitación. En esta casa hay varias de ellas a decir verdad, espero que te agrade saber que hay varias realidad no hay tanta sino que hay tres. Está la mía y a unos pasos se encuentra una que tiene una cama para las visitas Aunque en realidad mi hermano, tampoco mis padres volvieron a entrar a esta casa.
Briana lo miro con curiosidad y le hizo un gesto de:
"¿Por qué?"
-Supongo que quieres saber porqué, a decir verdad no lo sé con exactitud -dijo con calma, hizo una pausa y continuo hablando:- lo único que sé en este momento: se olvidaron de mí. Tal vez yo no era lo que necesitaban. Éramos... y siempre había muy poco alimento para todos. Nos habían hecho trabajar desde pequeños, desde ir a pedir monedas hasta limpiar vidrios en la calle, a decir verdad trabajar no me molestaba que más me gustaba tener mi propio dinero, sin embargo yo no tuve una infancia feliz , la mayoría que iba a mi escuela.
Brianna hizo una mueca triste.
-Descuida eso pasó hace mucho... tiempo ya ni lo recuerdo.
Suspira, no había querido lastimarla , pero lo hizo. Cuando le a,do un poco. Se aleja, se pone de pie y con dolor en el alma se marcha. Aunque cuando estaba caminando: se da cuenta que tal vez Briana tendría frío. Suspira, se quita el saco y se lo coloca sobre los hombros.—Me lo tienes que devolver Briana: pasaré por él mañana —comenta a la nada.Briana abre la boca balbucea:— Esteban... Esteban.El suspiró... le parece bastante extraño que ella lo mencioné de ese modo. Esteban en ese momento, se da cuenta de un pequeño detalle: aún la ama a pesar de que lo niega.<<No, solo me parece hermosa. Ya la olvide ¡Ya la he olvidado!>>Esteban, es muy necio en ese instante a pesar de todo se aleja. Unos minutos más tarde, Briana se siente cobijada en algo caliente sobre sus hombros. Mira confundida hacia arriba, busca lo que tiene encima y s
—Yo... no quiero que te la lleves —comenta Briana la defensiva.—Tengo todo el derecho del mundo. La que me escribiste , papá fuiste tú, yo ya la siento de ese modo. ¿Ahora también me quitarás a mi hija? además de perder a mi hijo —comenta sin pensar Esteban.Brianna no dice ninguna palabra más, se queda sola en el pasillo. Mientras Esteban se marcha. En ese instante le duele mucho el corazón, pero no hace nada se gira en forma lenta sosteniendo su pecho, temiendo que le diera un ataque en ese preciso instante.Esteban, cierra los ojos mientras camina de la mano con Ana. Se sintió que fue muy duro con Briana, pero no quiere girar, no quiere verla. Había sido un imbécil en ese momento y lo sabía.Siempre la ha lastimado, por eso sentía que lo mejor era alejarla de su vida: que ella encuentre alguien que en verdad la ame y la pueda contener.
— Briana... yo entiendo que no estás enamorada de mí y lo entiendo, lo entendí y lo acepto. No te debes sentir culpable, tampoco te tengo que dar pena no necesito la lástima de ti ni de nadie.—Solamente quiero que sepas que pase lo que pase, yo estaré aquí para ti.—Gracias, gracias por siempre ser tan comprensivo.—No es nada enserio.Hernán se acerco a la cocina. Briana lo mira con una sonrisa y lo a. con una cuchara jugando.—¿Cocinaras tú?—¿Cocinar? —quiere saber divertido —cocinar es para el que mejor sabe hacerlo: es decir yo —comenta el orgulloso.—En realidad yo no sé , cocinas. Así que en verdad no sé bien.—Está bien, entonces cocinaras tú. Mejor así puedo estar un poco sentada en la ,didad de la mesa.—¿Y tu abuela? —quiere saber el
— Después de haberlos visto sonrientes y abrazados, yo no sé si me estás mintiendo. Yo creo que lo mejor va a ser que nos separemos Briana.Ella en cuanto escuchar esas palabras se pone a llorar. No puede con el teléfono y corta la llamada.Hernán que había escuchado todo y se había tragado su orgullo, su dolor se acerca.—¿Estás bien? —quiere saber preocupado por la palidez de la misma.—El me ha dicho que quiere que nos separemos. Me duele, no esperaba esa respuesta de parte de el.—Tranquila.—Tienes razón, todo lo que yo hago y tocó lo arruinó. Así que no lo culpo de que quiera alejarse de una persona tóxica ,.Ella no dice nada más, deja el teléfono en silencio en el bolsillo iba a cocinar con su abuela. Mientras cocina y pelan un par de papas, su abuela la mira de reojo algo preocupa
—Entiendo, entiendo las cosas personales cuestan mucho conseguir.—Claro, entonces tenía mucho miedo de perder todo aquello. Por lo cual el luchado. Bueno la cosa es que nos resguardamos con Esteban en ese lugar, y me da mucho miedo a la tormenta. En el sótano estábamos bien, había mucho ruido. Podíamos escuchar el viento ser azotaba con fuerza de un lado al otro. Hasta que pude quedarme dormida."A la mañana siguiente cuando nos levantamos y salimos al exterior: nos damos cuenta que estaba todo destruido. Abuela básicamente no quedaba nada. El viento se había llevado todo por delante, había una especie de huracán. La casa estaba completamente destruida, yo miraba cada rincón con una mueca. Pase días enteros pintando y pintando para nada."Entonces recordé a Melissa. Aún recuerdo la desesperación que sentí, fui corriendo, junto con Esteban
Se queda dormida entre sus pensamientos:"Brianna camina sin un rumbo fijo, de pronto frena: siente el dolor de sus pies descalzos y se ve a si misma en el reflejo, de un charco de agua.Suspira, continúa con las mejillas secas y tirantes: por lagrimitas intrusas, que caen sin dar aviso.Hasta que sin querer entra en una casa, dónde un desconocido la recibe. ¿Conocerá el amor?—Hola ¿Estás perdida?Brianna abre la boca, pero por mas esfuerzo que tiene, no logra emitir ningún sonido.¿Acaso es muda?"Se despierta...Vuelve a recordar a Esteban: no hubo diálogo, no hubo palabras que me pudieran confirmar lo contrario. Tal vez faltó diálogo, compresión en uno con el otro: es lo más probable y siento que es lo más certero de todo pero no lo hubo con el.Lo único que conseguimos fue autodestruirnos el uno con el otro. Me siento mal ,
Último capítulo