Raina dudó unos segundos, pero al final extendió su mano.
Cuando sintió la mano cálida de Iván envolver la suya, tuvo una sensación que ella nunca había sentido antes; como si la protegiera de todas sus inseguridades y miedos.
Ella lo miró y, por un instante, tuvo la extraña sensación de que esa escena ya la había vivido antes, en otra vida.
En la iglesia, siempre se dice que se tiene que aceptar la voluntad de Dios. Quizás Dios entendía que Noel y Raina no estaban destinados a estar juntos. Por supuesto, tampoco podía ser Iván. Todo esto no era más que un error causado por un malentendido.
Cuando Noel la vio, ella vestía un vestido blanco de novia, caminando hacia él, de la mano de un hombre bien parecido. En ese instante, pensó que debía estar en una pesadilla.
Su Raina, su propia novia, ¿cómo podía estar de la mano con otro hombre?
—Raina. —Noel corrió hacia ella y le tomó la mano—. Ven conmigo.
Pero ella se apartó.
—Noel, vete.
Su tono era sereno y su mirada calmada. Pero, él no s