~Pov de Helena~
Estando en el cuarto de Christopher, una curiosidad pícara me invadió. Lo que su hermano había dicho seguía resonando en mi cabeza.
>>A este hombre le daban alergias las mujeres<<
Como no era experta en relaciones –esta era, de hecho, la primera vez que estaba en una–
No comprendía por qué un hombre cómo él tampoco había salido con otra mujer antes. Así que, casi sin querer, la pregunta que burbujeaba en mi mente se escapó de mis labios.
En el balcón de la habitación, el viento jugaba con mi cabello mientras él me señalaba la hermosa y majestuosa mansión que se alzaba al otro lado de la calle.
Con una voz que mezclaba un deje de diversión y un poco de melancolía, comenzó a contarme sobre una niña de su edad, cuando eran pequeños, a quien Erick apreciaba mucho, y cómo él, tenía que soportar que algo en ella le generara inexplicables alergias.
—¿Y nunca le contaste a tus padres? ¿Ellos no sospechaban?—pregunté, la confusión se reflejaba en mi tono.
Él suspir