~Pov de Dimitrik~
Estaba sentado frente a ella en el hermoso restaurante Clementine im Glashaus. Dieciocho meses. Ya habían pasado dieciocho meses desde que la vida me regaló a Judith y, a pesar de todo, se sentía como si fuera ayer. A mi alrededor, las mesas estaban llenas de gente, pero para mí, solo existíamos nosotros dos.
El suave murmullo de las conversaciones y el tintineo de los cubiertos se desvanecieron en el fondo, creando un espacio íntimo solo para nosotros. Sabía que debía haberlo hecho antes, pero ambos habíamos acordado tomárnoslo con calma, sin dejarnos presionar por la ráfaga de bodas que habíamos presenciado en los últimos dos años.
Una punzada de melancolía me invadió al pensar en mi padre. Su salud se había deteriorado tan rápido que no pudo estar conmigo en este momento tan crucial, pero una de sus últimas voluntades fue verme formar una familia. Su recuerdo me dio la fuerza para seguir adelante. Tomé una respiración profunda, sintiendo el aire llenar mis pulm