~Pov de Alisha~ El impacto del auto fue como una bofetada helada, un golpe contundente que me arrancó de la realidad y me arrojó sin piedad contra el asfalto. Caí boca abajo, el aire escapando de mis pulmones en un gemido ahogado. La risa que resonó después, fuerte y cruel, me pareció un eco maligno en medio del silencio del shock. Una figura emergió del vehículo, y mi mente, aturdida y desorientada, apenas pudo registrar que se trataba de alguien. Ahí, tendida en la acera fría y sin fuerzas para reaccionar, solo podía pensar en la impotencia que me consumía. No quería cerrar los ojos. ¿Iba a morir? El arrepentimiento me invadió con una fuerza abrumadora. Mi vida, un fiasco total. Me había entregado por completo a la persona que más amé, solo para ser desechada por otra. En lo más profundo de mi ser, en ese instante de desesperación, supliqué por una segunda oportunidad. [Recuerdo] Hace más de tres años, en una noche que marcaría mi destino, conocí al hombre que, sin saberlo, s

~Pov de Alisha~ Después de escribir una lista con las fechas clave de mi vida anterior, anotando los momentos más dolorosos y los puntos de inflexión que me habían llevado a la ruina, me hice una promesa solemne: no volvería a cometer los mismos errores. Ya era de noche, y el cansancio, más mental que físico, me arrastró a los brazos del dios Morfeo. Desperté al día siguiente por un fuerte rayo de sol que se colaba por la ventana, bañando mi rostro con una luz cálida. Justo en ese instante, el sonido de una llamada entrante irrumpió en el silencio. En la pantalla, el nombre de mi hermana, Verónica. Ella era mi mayor apoyo desde la muerte de nuestros padres, aunque su trabajo la mantenía en Kundl, a cuatro horas de Viena. —¡Alisha! —la oí gritar, su voz llena de un regaño mezclado con alivio—. ¿Por amor a Dios, dónde estabas? ¿Por qué no me contestabas? ¡Estaba tan preocupada por ti! —Su voz se quebró al final, ahogándose en un sollozo. No pude evitarlo. Las lágrimas se agolparon en

~Pov de Alisha~ Doy un par de vueltas por el campus, saludando a algunos compañeros mientras busco a mi amiga Helena, pero no la encuentro por ninguna parte. Una punzada de preocupación me atraviesa: «¿estará bien?» Al llegar a la salida principal, mi corazón da un vuelco. A lo lejos, logro ver una figura inconfundible. Es él, un hombre elegantísimo con un traje negro, reclinado sobre el capó de su auto deportivo. Su mirada está fija en el reloj de su muñeca. «Damien ¡Mierda!» El aire se escapa de mis pulmones. Me detengo en seco, la sorpresa congelándome en mi sitio. Mi mente se pone a toda marcha, y antes de que él levante la vista, reacciono. Me camuflo detrás de una columna cercana y me deslizo, usando la estructura como escudo. Mi corazón late tan rápido que creo que se me va a salir del pecho. El pánico me impulsa a actuar. Salgo de la universidad por la zona de parqueo, y un guardia, al verme en ese estado, no duda en ayudarme a pasar. Corro, mis pies apenas tocando el suel

~Pov de Damien~ °Seis meses atras° Estacionado frente al bar, dude varias veces si descender, no sabía que me empujaba a regresar. Tomando una gran bocanada de aire que llena mis pulmones, salgo del coche e ingreso al lugar. Había poco movimiento, así que terminando las escalas que descendían de la entrada principal al interior del establecimiento, freno y la observo nuevamente atendiendo la barra. —¡Woow! Señor olvidadizo ¿Regreso a cancelar la cuenta pendiente de ayer?— exclamó ella, inmediatamente tocó la barra. —¿Discúlpeme no cancele mi cuenta ayer?— respondo con sorpresa. ¿Así de mal quedé después de beber esa botella de whisky? Acercándose a mi rostro, apoyándose en la barra susurra para mí —Si ayer te fuiste sin pagar no recuerdas que te ayude a salir, y me dió algo de vergüenza cobrar a tu asistente —abro mis ojos avergonzado, pero ella sonríe y continua —Ya me lo iban a descontar de mi pago, pero ahora que regresaste me hiciste ganar algo más de dinero. Gracias— guiño s

~Pov de Alisha~ A la mañana siguiente ya estaba preparándome y a punto de tomar un café para salir, cuando tocan a mi puerta. Tomo una gran bocada de aire mientras exclamo —Ya salgo. Y procedo a tomar mi bolso para salir de mi apartamento, cuándo observo en el pasillo frente a mí a Damien. Estaba recostado sobre el muro, su rostro se iluminaba con la luz entrante del ventanal principal del pasillo, lo que lo hacía lucir totalmente sexy, traía su traje ajustado, luciendo su camisa blanca ceñida por su chaleco y sobre puesto por encima de su elegante corbata , lo que pronunciaba su pecho y su abdomen trabajado. Agache mi mirada y dije mientras aseguraba mi puerta —¿Que eres un Gangster? Sin percatarme el ya se encontraba muy cerca de mi y susurrando a mi oído de forma pícara dice —Lo que tú desees Alisha—y sin darme oportunidad de movimiento me da un casto beso en mi mejilla. ¿Que era esto? mi corazón comienza a acelerarse pero mantuve la compostura así que pregunté —¿Estas de bu