~Pov de Helena~
—Hola, princesa— La voz de Cris, ronca y familiar, me envolvió desde el otro lado de la línea, y me tumbé en mi cama, sintiendo cómo el colchón me acogía.
—¿Hola, Cris, cómo estás?—pregunté, mordiéndome el labio inferior. Era increíble cómo solo escuchar su voz desataba una estampida en mi pecho.
—Bien, princesa. Acabo de llegar a mi departamento, fue un día largo, pero escucharte lo mejora todo—respondió, y pude oír su suave respiración a través del auricular.
Una sonrisa boba se dibujó en mi rostro, una que intentaba disimular, pero que sé que me delataba hasta la médula.
—Helena, ya está la cena—la voz de Alisha irrumpió en mi burbuja. Entró en la habitación, ya buscando su ropa para cambiarse.
—¿Estás ocupada, princesa?—inquietó Cristopher, y un ligero sobresalto me hizo levantarme de la cama.
—Es Alisha que me está indicando que ya está la cena— le expliqué, gesticulando a mi amiga para que bajara el tono. Ella, con una sonrisa pícara y un giro de ojos,