~Pov de Christopher~

Esta semana el trabajo me ha consumido. Un nuevo medicamento está a punto de lanzarse, y sobre mis hombros recae el diseño de cada embalaje, cada empaque, y la totalidad de la estrategia de marketing y promoción.

Mi vida se ha vuelto un torbellino de plazos y decisiones, dejándome sin tiempo, incluso para lo más importante.

No he podido ver a Helena, aunque nuestras conversaciones nocturnas, cargadas de anhelo y la promesa de un reencuentro, solo alimentan mi impaciencia.

Mañana es el gran día, nuestra cita con mis padres, y la ansiedad me corroe. Sé que mi hermano, ese chismoso incorregible, ya les soltó la noticia: "Les presentaré a mi novia".

El miedo a que no acepten nuestra relación, que para ellos podría parecer demasiado repentina, se aferra a mí.

>>Estoy nervioso<<

Me levanto temprano. Le prometí a Helena pasar por ella a las nueve en punto. Después de una ducha rápida, me visto con esmero, cada botón de mi traje una batalla contra los nervios.

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