Capítulo 130 No daré mi brazo a torcer
~Pov de Alisha~

Después del regaño de mi hermana por teléfono, tuve que aceptar a regañadientes quedarme en reposo por una semana. Para empeorar las cosas, en la mansión todo giraba en torno a mi cuidado, lo que me hacía sentir asfixiada. De verdad deseaba estar en mi departamento y poder seguir de cerca la investigación de Judith, con quien me he podido comunicar muy poco.

Ya llevo tres días en la mansión. Esta mañana, después de desayunar y pasear por los jardines con la abuela Müller, me encuentro aburrida en la habitación de Damien. Recuerdo que él tiene una computadora en su estudio, así que decido aventurarme.

Desciendo las escaleras sigilosamente, ingreso al gran estudio y cierro la puerta detrás de mí. Mientras enciendo la computadora, mi mirada se detiene en los documentos del escritorio. Son papeles del laboratorio, muchos de ellos de la época en que la abuela estaba a cargo.

Al abrir un cajón inferior, un escalofrío me recorre el cuerpo al ver una carpeta: contiene el ac
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