Mundo ficciónIniciar sesiónEl Baile y El Coqueteo
La orquesta cambió el compás, dejando atrás las melodías formales de bienvenida para dar paso a un ritmo más lento, cadencioso, casi hipnótico. Las luces del salón descendieron apenas, bañando el mármol con reflejos dorados y sombras suaves que se movían al compás de los cuerpos que bailaban.
Pero cuando Dante apareció, vestido con el impecable esmoquin negro que realzaba su porte, algo dentro de ella se contrajo. Él la miró apenas, con una sonrisa que no era para el público, sino solo para ella: esa sonrisa en la que se mezclaban advertencia y deseo.
- ¿Me concede esta pieza, señora Winters? - preguntó con un dejo de ironía que apenas suavizaba el fuego en su voz.
Serena asintió, con una serenidad que no sentía. Cuando su mano se deslizó en la de él, un esc







