Mundo ficciónIniciar sesiónSeduciendo a Mi Esposo
Con paso decidido, entró al baño y dejó que el agua tibia la envolviera, relajando cada músculo mientras su imaginación la llevaba a pensar en Dante: en su cuerpo firme, en la manera en que su presencia llenaba cualquier espacio, en la paciencia con la que la había esperado. Cada pensamiento la excitaba de manera diferente a como cualquier otro hombre o fantasía lo había hecho .
Cuando salió, envuelta en una toalla, sus ojos se posaron en el armario y eligió una de las camisas de Dante. Era amplia, suave, ligeramente perfumada con su aroma. La deslizó sobre su cuerpo y se miró en el espejo. La tela cubría sus curvas, pero dejaba adivinar lo que había debajo. Se pasó la mano por el cabello y se dejó llevar por esa sensación de poder: esta vez, sería ella quien cruzaría la línea.
Se dej&







