Pedir Permiso A la familia
Dante aguardaba en el despacho de Arthur, la luz suave de la tarde entrando por las ventanas, recortando el perfil del hombre mayor en su sillón. Había algo solemne en la atmósfera; no eran negocios lo que los traía allí, sino la vida misma, la historia de Serena y la decisión que estaba a punto de tomar.
Arthur lo miró por un instante, como sopesando cada palabra antes de hablar.
- ¿Me estás pidiendo permiso para casarte con Serena?
Dante permaneció de pie frente a él con una expresión seria, pero sus manos sudaban tras su espalda.
- Así es, señor Winters. Viajé hoy para avisarle que me casaré con ella. Ya me propuse y aceptó.
- ¿Ella dijo que si?
El hombre joven asintió y se rio bajo.
- Si…
- Vaya. Ustedes los Moretti no pierden el tiempo. – le dijo finalmente – Tu padre se tardó tres días y tú una semana.
- No voy a dejarla ir… No de nuevo.
- Entonces… Hace tres años… En este lugar...
- Si… No lo entendí entonces, pero ahora que la tengo a mi lado, no la