—¡Alejandro!
Mariana intentó detener a Alejandro.
Al ver esto, Julián rápidamente se interpuso en su camino.
—¡Mariana! ¡Todos están aquí para celebrar tu cumpleaños! ¡Anda, apaga las velas!
Mariana quería salir corriendo, pero Julián la bloqueó por completo.
Su rostro se descompuso.
Alejandro siempre había sido alguien que ocultaba bien sus emociones, ¿cómo podía perder el control tan fácilmente por culpa de Sofía?
¿Será que… de verdad ya no le es indiferente?
Afuera del club, Luna estaba tan nerviosa que no podía ni hablar.
—¡Sofi! ¿Y si de verdad hiciste enojar a Alejandro? ¡Su cara estaba súper negra! ¿Y si…?
—Súbete al coche primero.
Sofía empujó a Luna hacia adentro. Pero antes de que pudiera terminar su frase, una fuerza la jaló violentamente hacia un lado.
—¡Alejandro! ¡Suéltame!
Alejandro la tenía firmemente sujeta por la muñeca. Al ver esto, el rostro de Luna palideció de inmediato. Corrió tras ellos gritando:
—¡Sofi!
Pero antes de que pudiera alcanzarlos, un guardia de segur