Punto de vista de Jorge
—Todos deben regresar a sus casas. Estableceré un toque de queda hasta mañana a las diez de la mañana, mis guerreros patrullarán los terrenos esta noche. No habrá entrenamiento al amanecer, ni actividades hasta que yo lo diga. Cualquiera... y me refiero a cualquiera que sea sorprendido fuera será encarcelado. ¿Me explico? —abrí el enlace de la manada, presionando sobre ese vínculo recién creado, empujando a través de cada mente que pertenecía a la manada Desierto Ámbar.
Había aceptado el papel de Alfa, acepté el vínculo de la manada, pero eso no significaba que confiara en ellos, todavía.
Lo que acababa de hacer no tenía precedentes en mi generación, así que necesitaba tiempo para pensar en mi siguiente paso, para hacer un balance no solo de lo que acababa de suceder, sino de lo que acababa de asumir.
Clío podría tener razón, podrían ser inocentes... pero hasta que no lo viera por mí mismo, mis guerreros permanecerían patrullando.
—¡Sí, Alfa! —respondieron las v