Punto de vista de Clío

No la conocía muy bien, pero no podía evitar pensar que el extraño comportamiento de Fátima era algo que no debía ignorar.

Toda la semana se había negado a dejarme, a menos que estuviera en la Casa del Alfa, así que, ¿por qué me dejó sola para recorrer el hospital? No era que no pudiera hacerlo sola, pero su repentina retirada no me sentaba bien.

Me tomé el tiempo para caminar por el hospital, conociendo a algunos de los doctores, todos me saludaron usando el título de Luna. Supuse que necesitaba acostumbrarme a eso.

No estaba segura de cómo funcionaría a largo plazo no tener acceso al vínculo mental, aunque la única manera de solucionarlo sería convertirme en miembro de la manada, algo que ya había discutido brevemente con Tomás.

No iba a marcarlo, eso era seguro, era simplemente sería demasiado raro. Sin embargo, la idea de perder el vínculo de manada con mi familia, con papá en particular, pesaba mucho en mi corazón.

Mi embarazo todavía era un secreto, le habí