Punto de vista de Clío

Había hecho este viaje cientos de veces en mi vida.

Había pasado la puerta principal de la Manada Fantasma Oscuro cientos de veces... así que, ¿por qué cuando los guardias nos detuvieron, de repente sentí pánico por la forma en que me miraban?

Lo sabían, debían saberlo.

Todos lo sabían y esto era una trampa.

—Buenas tardes, Alfa, Luna.

—Buenas tardes, muchachos, no nos suelen parar.

—Lo siento, Alfa, solo son precauciones adicionales porque hay otro Alfa y Luna en el lugar. —respondió el guardia, sus ojos se movieron al asiento trasero donde estábamos Ares y yo.

—Deben ser los padres de la compañera de Jorge. —la cabeza de mamá se giró hacia mi hermano y hacia mí, sus ojos brillaban de emoción.

Sentí el pecho oprimido, era como si me estrujara el corazón, ¿cómo era eso posible?

Tomé respiraciones cortas y pequeñas intentando controlar mi respiración, algo que Ares notó.

—Oye, ¿estás bien? —extendió su mano y me frotó la espalda mientras yo bajaba la cabeza para c