Punto de vista de Héctor
El médico irrumpió en la habitación mientras Carla se incorporaba lentamente cuando yo la arranqué hacia mí, colocándola a salvo entre mis brazos, furioso conmigo mismo por haberla dejado acercarse tanto a un peligro potencial. Algo andaba mal... algo se torcía en el vínculo con Rosa. Quería hacer daño, hacer que Carla sintiera el mismo dolor que ella.
Rosa se replegó de nuevo, acurrucándose en el rincón, un completo contraste con la loba de apenas unos días atrás.
Mi orden cayó sobre ella densa y pesada: la orden de su Alfa y del compañero de la Luna de la manada.
Si no sacaba a Carla pronto, sabía que me transformaría. Mi lobo bullía bajo la piel... listo para forzar la transformación y recordar a los miembros de la manada que la violencia contra su Luna sería severamente castigada.
—¿Luna? —El médico examinó el rostro de Carla, quien cubría la mayoría de los arañazos con las manos.
—Estoy bien... —murmuró al médico jefe.
—Alfa, sugiero que se lleve a la Luna