POV de Tomás
—Todavía no hay señal de ella, Alfa...
—¿Has revisado las manadas cercanas? —le rugí a mi beta, que una vez más regresaba con las manos vacías—. Tiene que estar en alguna parte.
—No me digas —le gruñí.
Dejó que ella se escapara.
He estado furioso con él, y mi lobo estaba furioso conmigo. Él me culpa a mí tanto como yo culpo a Zacarías por dejar que ella se escapara.
—¿Dónde demonios está? —golpeé mis puños contra mi escritorio, antes de voltear todo el mueble de la furia.
Mi lobo constantemente quería destruir cosas y el entrenamiento ya había subido de nivel. Mi ira necesitaba una salida, ahora se necesitaban 5 de mis guerreros a la vez para derrotarme.
Hemos buscado en todas partes. Cada cueva, cada bosque, incluso los refugios humanos donde se sabe que se quedan los lobos fugitivos... pero seguíamos sin encontrar nada.
—¿Los Alfas? —un gruñido emana de mi pecho mientras presiono a Zacarías para que siga buscando.
Hemos estado presionando en las fronteras de diferentes