Maddie se enamoró de Andrew Hall, un atractivo y perfecto heredero de un imperio desde la primera vez lo vio, pero el destino es cruel y él ya amaba o al menos creía amar a alguien más. No tenía ojos para nadie a excepción de para esa mujer, pero una noche lo cambió todo, cuando Maddie y él terminan en la cama. Dando paso a una relación llena de dudas y desconfianza por parte de ella, porque puede ver que el hombre que tanto ama, está enamorado de otra mujer y cuando un trágico suceso la golpea, ella decide terminar con su relación, agotada de no ser importante para el hombre que ama. Andrew ahora que está por perderla para siempre se da cuenta de cuánto la ama y se arrepiente de sus errores pasados, quiere hacer las cosas bien esta vez, pero otro hombre esta dispuesto a cualquier cosa por quitarle a Maddie. Él no puede aceptarlo y no está dispuesto a perderla, pero, ¿Será muy tarde para recuperarla?
Ler maisMaddie
— Isabella. — Susurró Andrew antes de besarme y sentí como mi corazón se rompía, mis ojos empezaron a cristalizarse, él estaba dentro de mí, acostándose conmigo, pero pensando en otra y pese a eso fui incapaz de apartarme de esa boca que tanto ansiaba, sin importar el dolor que me causaba escuchar este nombre, queriendo que fuese el mío. Queriendo que estuviera pensando en mí y solo en mí, como lo estaba yo en él. Pero no podía apartarme de sus caricias, era incapaz de levantarme e irme cuando en sus brazos sentía que pertenecía a él y cuando había esperado demasiado tiempo por besarlo, simplemente me dejé llevar, incluso si me dolía saber que su cuerpo estaba conmigo, aunque no su mente y corazón... Al abrir los ojos aturdida, puedo ver a Andrew sentado en un sillón pasando las manos por su cabello rubio mirando a la nada, su torso musculoso estaba desnudo, tenia un leve bronceado que lo hacía parecer aún más atractivo y sexy. Era grande, fuerte y poderoso, no podía dejar de mirarlo sin moverme, porque parecía muy perfecto para ser real. Él era de esos hombres que con solo mirarlos, sentías la necesidad de acercarte. Pero lo que me despertó de mi ensoñación es que su mandíbula fuerte estaba muy tensa y parecía frustrado, entonces empezaron a inundarme los recuerdos de lo sucedido ayer. Ambos habíamos estado tomando y luego terminamos en la cama, yo le había dado mi primera vez, no teníamos ninguna relación, ni siquiera estábamos saliendo antes de esto, pero yo si estaba enamorada de él y pese al alcohol yo si me había entregado a él porque lo deseaba. Solo que al verlo así, empezaba a preguntarme si había hecho lo correcto, porque él si parecía arrepentido y ante este hecho mi corazón se apretó. «Por supuesto que fue un error, te llamó Isabella durante el sexo.» Me recordó mi subconsciente lo que había preferido olvidar y me dolió al darme cuenta. Sentí como una piedra pesada caía en mi pecho, aplastándome, sintiendo que me asfixiaba y mis ojos se empezaron a cristalizar. Empecé a odiarme a mí misma, era una idiota, todos sabían que él estaba enamorado de Isabella y de tonta me metí en su cama, sin pensar en nada más que en mi tonto enamoramiento. Él debía odiarme. Necesitaba salir de aquí y hacer como si nada de esto pasó, no podía soportar que Andrew me despreciara e intenté levantarme de la cama y tomar mis cosas para irme en silencio, no tenia cara para mirarlo, tenia miedo de ver odio en sus ojos y cuando estaba apenas levantándome, él volteó hacia mí, sus hechizantes e intensos ojos azules se clavaron en mí, observandome, frunciendo el ceño y me congelé en mi sitio, sintiendo como mi corazón latía descontrolado. Esos ojos hermosos tenían tanto poder sobre mí, de hecho todo él lo tenía, porque Andrew era como un ser perfecto e inalcanzable, parecía un Dios griego, que enamoraba a cualquier mujer que lo conocía, pero él no quería a ninguna, porque solo tenia ojos para una y yo no era la excepción, era la m*****a regla. — ¿Anoche fue tu primera vez no es así? — Preguntó con voz ronca dirigiendo su mirada a una pequeña mancha roja en la cama y sentí como mis mejillas se calentaban, no solo por la vergüenza, sino que también por el cosquilleo que generaba en mi interior al escuchar su adictiva voz. Pero al recordar la incomodidad de este momento de nuevo, esto se reemplazo con tristeza. — Si, pero eso no importa, no te preocupes, no te voy a molestar, podemos hacer como si nada de esto hubiese ocurrido. — Respondí, pestañeando rápidamente, tratando de disipar las lágrimas que querían salir, al recordar las palabras de mi madre. Ella siempre me había dicho que solo entregara mi virginidad al hombre con él que me casaría, me había inculcado valores a los cuales habia fallado y sin duda yo sería feliz casándome con Andrew, pero él no conmigo y no podía exigir nada. Yo acepté acostarme con él, aún sabiendo de sus sentimientos por Isabella, yo era la culpable y merecía afrontar las consecuencias así estás dolieran. Había dado mi primera vez al hombre que amaba, pero él probablemente me odiaba… — Maddie no puedo hacer como si esto no ocurrió, era tu primera vez, creo que no debió pasar, yo… — Dijo pasando las manos por su rostro y podía sentir cuan frustrado estaba. Me sentí mucho más incómoda, con un dolor sordo en mi pecho. — Andrew puedo hacer como si esto no sucedió, no se lo diré a nadie, lo siento. — Suspiré tomando mis cosas con las manos temblando para empezar a vestirme con mi corazón adolorido. — Maddie me haré responsable. — Lo escuché decir y voltee a mirarlo desconcertada. Él no se veía nada contento, estaba tenso y parecía que estaba diciendo esto por obligación y aunque yo lo quería, no podía soportar que se sintiera obligado a algo solo por lo que pasó en una noche en la que yo no fui obligada a nada. — ¿A qué te refieres? — Cuestioné, queriendo asegurarme de lo que pretendía. — No éramos novios cuando pasó, tampoco fue de la mejor manera, se que merecías algo mejor en tu primera vez, lamento como sucedieron las cosas y bueno creo que deberíamos conocernos mejor, ser novios, salir y más adelante podríamos pensar en el matrimonio. — Espetó y con esta última frase sus ojos se llenaron de renuencia y sentí como un cuchillo ardiente se clavaba en mi pecho. Esto no era lo que una mujer quería ver en los ojos del hombre que amaba después de acostarse con él por primera vez. — Andrew, estabas ebrio, yo también lo estaba un poco, solo fue algo del momento, no tienes que tomártelo en serio, yo sabía lo que hacía, podemos olvidarlo y actuar como si nada de esto hubiese sucedido. — Musite fingiendo ser fuerte, porque yo sabía muy bien que nunca podría olvidarme de lo sucedido. Él se quedó en silencio y yo me terminé de vestir lo más rápido que pude para irme sin decir nada más, el nudo en mi garganta no dejaba de crecer y sentía que en cualquier momento explotaría en lágrimas, pero cuando toqué el pomo de la puerta, lo sentí tomarme del brazo. — Maddie yo quiero hacer esto, a partir de ahora empezaremos a salir. — Aseguró Andrew y voltee a mirarlo. — No, no tienes que hacer… — dije, sintiendo como mi mentón comenzaba a temblar, ya no podía contenerme y una lágrima se deslizó por mi rostro. Andrew de inmediato la limpió con su pulgar, antes de atraerme hacía su pecho. — No llores Maddie, vamos a conocernos mejor, veremos si esto funciona. — Musitó abrazándome, mientras yo descansaba mi cabeza en su musculoso pecho, sintiendo como las lágrimas caían por mi rostro. Podía sentir que él no quería esto, ya tenía en su corazón a alguien y solo debía estar haciendo porque tenía valores muy arraigados, era un caballero y pensaba que hacerse responsable era lo correcto, pero eso no me hacía sentir bien, porque era por obligación. Aunque ante su insistencia me sentía incapaz de negarme, mi corazón no era tan fuerte y todos éramos egoístas a veces y hoy yo lo quería ser, porque quería darme la oportunidad de estar con él, ver si podría llegar a conquistar su corazón… Y si, tal vez estaba equivocada, fue un error acostarme con él sabiendo que amaba a otra, había sido completamente egoísta, hoy quería aferrarme a este hombre que me hacía latir el corazón desenfrenado, quería creer que tenía una oportunidad de enamorarlo. Quizás si hubiese sabido lo que vendría por esta tonta decisión, hubiese salido corriendo sin querer verlo de nuevo o no.Maddie Me costó creer por un momento lo que veía, pero sabía que era real y el tatuaje había quedado realmente hermoso, pero lo más importante era sobre la piel que estaba trazado. Qué Andrew se tatuara mi nombre y rostro en su piel me había dejado completamente conmocionada y conmovida, porque había hecho algo verdaderamente significativo e impactante y acompañado de esas hermosas palabras que me dijo era aún más increíble, todo esto era otro gran gesto de amor y había borrado cualquier duda en mí. Me había dejado muy claro que me ama tanto como yo a él, que no tengo nada que temer, que puedo entregarle mi corazón plenamente sin ningún miedo, porque como mi corazón era suyo, el corazón de él era completamente mío y ante este hecho no podía evitar sentir que como mi corazón martillaba contra mi pecho con demasiada fuerza por su dueño y por la felicidad que me causaba este momento. Andrew no dejaba de sorprenderme y está demostración de su amor era mucho más de lo que pude llegar
Andrew — Hola princesa. — La saludé y me acerqué a ella para besarla apenas abrió la puerta, pero ella rápidamente se separó de nuestro beso. — Andrew, Ethan está aquí. — Musitó Maddie haciéndose a un lado para que yo pudiera pasar. De inmediato mi mandíbula se tensó al verlo, encontrarlo aquí de nuevo era demasiado desagradable, él estaba demasiado cerca de Maddie y aunque confío en ella, definitivamente no en él, menos sabiendo de que él aún debe tener sentimientos por ella. Además no podía entender porqué tardaba tanto en volver a Nueva York y seguía acercándose a Maddie, más sabiendo que estamos juntos de nuevo. — Maddie pensaba en comer juntos para luego ir a la cita que te hice. — Dije alzando las bolsas con comida empaquetada hacía ella, esperando que él entendiera la indirecta y se fuera. Quería hablar con ella de que estaba ocurriendo entre ellos, porque aún yo no podía evitar recordar como él la besaba y que estuviera viniendo a verla cuando ella estaba
Maddie Era demasiado extraño verlo actuar así y esto me confirmaba que Alexa significaba mucho para él, a tal punto que creo que dejó atrás cualquier sentimiento romántico que tuviera por mí y ahora solo me ve como una amiga con la cual hablar de lo que le preocupaba. — Es complicado, ayer fui a dónde ella vive sin avisarle, pero vi a su madre saliendo con un niño pequeño de la casa, ella no me vio porque yo no me había bajado del auto, pero yo si los vi bien y ese pequeño es muy parecido a Alexa y no creo que sea hijo de su mamá, ella ya es mayor como para tener un hijo tan pequeño, así que solo puedo pensar en que la madre es Alexa y no tengo idea de si yo puedo ser el padre o es de alguien más, sin embargo ella no ha mencionado nada y no sé cómo hablarlo con ella porque si lo ha estado ocultando debe tener una razón, pero si ese niño es mi hijo yo lo necesito saber, es mi derecho y ella no tiene derecho a ocultarmelo ni a haberme privado de este tiempo sin poder estar en su vida
MaddieAunque estaba bastante nerviosa y preocupada por la relación de Andrew con su familia y su economía, estaba agradecida de que él me eligiera a mí por sobre todas las cosas, me había hecho sentir tan amada que aún mi corazón latía frenético y el hecho de que estuviera tan dispuesto a esperar que yo pudiera tener relaciones nuevamente sin tener ninguna prisa ni presionarme me llenaba de dicha, tranquilidad y amor por él.Aunque me sentía un poco mal por mi reacción cuando me tocó, ya que sabía cuánto le afectaba a él lo sucedido con Robert y en este momento debía seguirse sintiendo culpable, pero no lo pude evitar, ese recuerdo me había embargado y solo quería que terminara. Ahora solo esperaba poder estar bien pronto, que él asistir a terapia me ayude a dejar ese día atrás y también que las cosas con la familia de Andrew no se compliquen, él no merece ser rechazado ni desheredado solo por querer estar conmigo y aunque había dicho que pase lo que pase estaría bien, no podía e
Andrew —¿Qué pasa princesa? — Cuestioné apartando mi mano de su zona íntima, preocupado porque ella parecía que rompería a llorar en cualquier momento, pero Maddie permaneció sin decir una palabra ni moverse luciendo como aturdida, por lo que insistí. — Maddie necesito que me digas que pasa por favor. Me preocupaba demasiado verla así y necesitaba saber que estaba bien. —Yo… lo recordé, recordé como él me tocaba. — Respondió con voz rota y su respuesta se sintió como un puñetazo en el estómago y quise que me partiera un rayo en este momento.Odiaba a ese bastardo con todas mis fuerzas y me odiaba a mí por no haber podido protegerla como ella merecía y esto es algo que me seguiría atormentando hasta la muerte. Lo peor de todo es que había sido yo quien la hice recordarlo, había sido tan descuidado y egoísta, solo pensando en mis ganas de tenerla que no pensé en por lo que ella había pasado antes y como debería actuar para no asustarla, para no hacerla revivir ese momento de
¿La maldita razón por la que Maddie se estaba alejando de mí era por mi padre? Yo me había estado torturando todo este tiempo pensando que ella quizás se había arrepentido debido a todos mis errores anteriores, pero todo se debía a él y la rabia ante este hecho comenzó a consumirme. Él no se debería haberse metido en mi vida y creí que le había quedado claro, pero no fue así y las últimas palabras que me dijo antes de irse cobraron sentido en mi mente. No creí nunca que mi padre podría hacer algo así o habría sido más cuidadoso, habría tomado algunas previsiones y le habría dejado mucho más claro que no podía meterse con Maddie de ninguna manera, pero ya era tarde para esto y ahora él tendría que escucharme, porque no podía intentar alejarme de la mujer de mi vida solo por sus estúpidos prejuicios. —Él envió a un hombre a verme al hotel y después de que hablé con ese hombre decidí que no podíamos seguir quedándonos ahí y bueno lamento no haberlo hablado contigo, pero me sentí mu
Último capítulo