Capítulo 6. Parte 2
Antonella:
Como todas las mañanas llego temprano al colegio. Cinnia como buena directora llega más adelantada que yo. Paso a su oficina con dos cafés y dos muffin, me siento frente a ella, le entrego lo que he llevado, y espero que pregunte por qué tengo esta cara de fastidio, pero ella solo saborea su muffin y no me presta atención. Me provoca molestia que no pregunte, estoy demasiado acostumbrada a ser ignorada por Bruno, y los diez minutos de anoche no cuentan, porque solo se preocupa por él, ¿pero que Cinnia me ignore? ¡Jamás! La miro directo a los ojos, para que se dé cuenta que estoy esperando su interrogatorio, pero no pasa nada, ella está concentrada en otras cosas y no en mí. Me levanto silenciosamente de la silla, y camino hacia la salida apostando que no me dirá nada, para mi suerte, Dios escucha mis plegarias y me habla.
«¡Uy!¡qué exagerada!»
—¿Para dónde vas? Aún es temprano —dice sin gracia, pero algo es algo—. Voy a preparar la clase —digo poniendo cara de víctima, haci