Capítulo 15. Parte 1
Antonella:
Bruno decide que bajemos a tomar desayuno al restaurante del hotel, y por supuesto, tengo que sacar su ropa de la maleta y dejarla sobre la cama, porque él es un pobre estúpido. Mientras espero que se dé un baño, me siento en el sofá de la suite y me dan deseos de ponerme a leer, pero tengo tantas cosas en la cabeza que perfectamente podría escribir mi propio libro. Una sonrisa boba se posa en mi rostro y me pongo a pensar en el nombre que le daría a mi novela, no se me ocurre nada, pero sí tengo los nombres de los personajes: él sería Diego, y ella Antonella...
«¡Uy, sería genial!»
Antonella sería soltera, con un gordito malhumorado rogando que fuera su novio, mientras lo humilla diciéndole que no sirve para nada. A Diego lo pondría como un soltero codiciado, con un hijo pequeño...
—¡Esta camisa no me gusta!
«¡Claro! En el diálogo pondría a Antonella diciéndole al gordito malhumorado que la camisa no le gusta... ¡Buena idea!»
—Gracias —digo.
—¿¡Qué no escuchas, estás sord