La noche había caído sobre la ciudad, y el estudio de grabación estaba iluminado por las luces fluorescentes que reflejaban en las paredes blancas. Mateo, Max, Sofía y Luna estaban sentados alrededor de una mesa, rodeados de cables y equipos de sonido, preparando su nuevo sencillo. La música resonaba en el aire, y el demo de su canción "Caos en la Ciudad" sonaba con una energía oscura y emocionante. La letra hablaba de la ciudad que se desmoronaba, de la gente que se perdía en sus propias pesadillas, y la música era un reflejo de la ansiedad y el miedo que sentían.
De repente, la puerta se abrió y Alex entró con su traje habitual, su rostro serio y profesional. Su mirada parecía penetrar en la habitación, como si pudiera ver más allá de la superficie. —Chicos, tengo noticias—dijo, con una sonrisa leve que no llegaba a sus ojos.
Mateo se levantó de su silla, emocionado, y se acercó a Alex. —¿Qué pasa?— preguntó, con una mezcla de curiosidad y ansiedad.
—Son invitados a los MTV VMAs— dijo Alex, con una voz que parecía contener un tono de orgullo. —Tendrán una presentación de su canción, Caos en la Ciudad.
Mateo saltó de alegría, gritando de emoción, y los demás se unieron a él. —¡Esto es increíble!—exclamó Sofía, con los ojos brillantes de emoción. —¡Vamos a hacer que esto sea inolvidable!.
Luna se rió, con una sonrisa nerviosa. —¡Sí! ¡Vamos a darlo todo!—dijo, mientras se pasaba la mano por el cabello.
Max sonrió, con una mirada oscura en sus ojos. —La ciudad está lista para el caos—dijo, con una voz que parecía contener un tono de malicia.
Alex asintió, serio. —Recuerden, chicos, esto es una oportunidad única. No la desperdicien—. Su voz parecía contener un tono de advertencia, como si supiera algo que ellos no sabían.
Mateo se calmó un poco, mirando a Alex con una mezcla de emoción y ansiedad. —No lo haremos— Alex dijo. —Estamos listos para esto.
Pero mientras hablaba, Mateo no podía sacudirse la sensación de que algo estaba mal. Algo que no podía explicar. La ciudad parecía estar cambiando, y él se sentía como si estuviera siendo arrastrado hacia algo oscuro y desconocido.
—¿Qué pasa, Mateo?— preguntó Sofía, notando su expresión.
Mateo se encogió de hombros. —No sé — dijo —Solo siento que algo está mal.
Luna se rió —Es solo la emoción del momento— dijo. —Vamos a disfrutar de esto.
Pero Mateo no estaba convencido. Mientras miraba a sus compañeros, se dio cuenta de que algo estaba cambiando en ellos también. Algo que no podía explicar.
La noche parecía estar cerrándose sobre ellos, y Mateo se sentía como si estuviera caminando hacia un abismo desconocido. La música seguía sonando en su cabeza, y la letra de —Caos en la Ciudad— parecía tener un significado más profundo que antes.
—La ciudad está lista para el caos— repitió Max, con una sonrisa oscura en su rostro.
Mateo se estremeció, sintiendo un escalofrío en la espalda.