Seguía recordando ese instante cuando nuestras vidas volvieron a estar juntos.
—¡¿Me preguntas eso?! Dejarme a los siete años con un hombre amargado, se desquitó conmigo la rabia que le produjo el abandono de ustedes, recibí las paleras amarrado en el árbol que había en esa casa.
» Me dejaba dormir a la intemperie en el patio cada que se le daba la gana, por eso me revelé y me fui a vivir a la calle, tener que robar a los ocho años para poder comer, quedarme por horas en una panadería para arrebatar las bolsas de pan, caminar sin rumbo aguantando frío.
» Pensando que había hecho algo malo para que mi madre me dejara, pensando en que había fallado, te escogió a ti y no a mí, sentí que era insignificante, las palabras de nuestro padre taladraban mi mente.
» Con los días, el hambre y el frío las fui odiando, hasta olvidarme que existían, a los meses terminé viviendo en el Cartucho, no te imaginas lo que viví en ese lugar, pero aprendí a los golpes, analicé el comportamiento de la gente