48. No querrás saberlo
—Alguien está celoso —murmuró Alessandra con diversión.
—Este es Charlie, el hijo de un buen amigo mío —explicó Ale con una sonrisa.
Scotty y Charlie se miraron con típica curiosidad infantil, eran casi de la misma edad, solo con unos meses de diferencia y en cuestión de segundos, Scotty ya estaba invitando a Charlie para que jugara con él y salieron corriendo hacia los juegos.
—Creo que acaban de hacerse amigos —comentó Noah, observando a los niños con una sonrisa divertida.
—Parece que sí —respondió Ale, mirándolos jugar—. Son dos torbellinos.
Los hombres volvieron y las mujeres se apartaron, dejando solos a Alessia y Noah.
—Espero que se queden con nosotros y hagan parte de la celebración —comentó Gia, que le regaló una mirada analítica a su hermana, pero esta no la notó, por andar mirando a Noah.
—Gracias… —contestó Noah, mirando a Ale, como si esperara confirmación de su parte.
—Será un gusto tenerlos acá —dijo ella y se mordió el labio suavemente, por lo que giró hacia los ni