Estoy retrasada, muy retrasada. Estuve en elapartamento con Tristán por poco más de hora y media, y atrapada en el tráfico mucho más tiempo del que debía. Ahora las agujas del reloj estaban casi sobre las once de la mañana. En mi celular seguían un montón de llamadas perdidas de Damián y Hansel, las cuales evite responder porque sabía que lo único que iban a hacer era apresurarme como sí tuviera el poder de controlar el tiempo.Tan pronto llegué a los juzgados pedí información sobre Damián y su abogado, sólo bastó un par de descripciones para que las señoritas me dijeran lo que quería. Justo ahora estoy casi corriendo hacia dónde me dijeron que estaba. El lugar estaba abarrotado de policías, gente que por sus trajes han de ser abogados, fiscales, etc, y por supuesto, también hay una gran cantidad de civiles.Unos vienen esposados o custodiado por policías o guardias de corte, otros sólo parecen sumidos en sus preocupaciones, mientras que otros se pasean por el pasillo con semblante s
Mayo, 04En poco comenzaría el primer juicio de Damián, desde ayer los nervios habían estado amenazando con hacerme perder la cordura y justo hoy se habían intensificado tanto que me provocaban ansiedad.Trago saliva y apresuro el paso por el pasillo.He intentado calmarme, he intentado hacerlo para evitar poner a Damián más nervioso de lo que de por sí ya se encuentra, pero a pesar de que Parker nos ha aclarado que todo es está bien, y que sea quien se el maldito testigo que se presentará en la corte hoy, él tiene todo bajo control.De hecho, ha corregido algunas partes de la historia que debíamos decir. Tanto él como Damián están convencidos de qué el testigo secreto del fiscal Tomsopns es la señora Ross, es por ello que está nueva versión de la historia original se basa en lo que probablemente declaré esta mujer en el estrado.Mi celular suena en mi mano y sabiendo de antemano que es Tristán, apago el teléfono sin miramientos. En estos últimos dos días su insistencia por tratar de
Releo el mensaje en mi celular una vez más y suelto aire con pesadez antes de volver a levantar la mirada y mirarme atentamente en el espejo del lavado. Aunque el fallo del juez no había sido del todo malo, la verdad es que los cinco salimos de sala de juicios, tensos y aún con los nervios de puntas.Y trás eso Hansel propuso ir por algo de beber y así fué como junto al abogado, estuvimos en un restaurante hablando de lo siguiente que harían para que el fallo final y definitivo del juez, fuera a nuestro favor. Al salir de allí el abogado se despidió alegando que se encargaría personalmente de la auditoría para comprobar que las empresas no eran una lavadora de dinero sucio. Hansel y Lie también se marcharon a su casa y Damián y yo nos vinimos al apartamento.Al llegar aquí no volvimos a tocar el tema, claramente estaba el hecho de que habíamos tenido suficiente de charlas legales, presión y frustración por hoy.Al llegar a casa, no hicimos más qué compartir el tiempo con nuestra hija,
Mayo 18Han pasado poco más de dos semanas desde el fatal encuentro de Damián y Tristan. Dos semanas en las cuales aparentemente todo esta bien entre el rubio y yo, y digo aparentemente, porque él se ha esforzado por fingir que no está molesto por lo ocurrido, se ha esforzado en serio por perdonarme lo que considera una traición de mi parte.Y es qué, probablemente aquella madrugada en la qué me perdonó a cambio de un perdón de mí para él, pensé que al bajarse su borrachera estaría enojado pero qué al final del día él estaría bien conmigo y todo a su alrededor, pero no, una vez más me equivoqué respecto al rubio. Y es qué era un perfecto impredecible, y lo que hizo al amanecer de esa madrugada, fué ignorarme totalmente durante todo el día.Al irnos a la cama, por lo menos me dió las buenas noches y seguidamente se giro y sin subir un solo dedo sobre mí, me dió la espalda y así se durmió. Al día siguiente de lo ocurrido pareció entender mi posición y con voz distante y gélida rompió la
03/08/2008Damián Webster.—¿Por qué los golpeaste?— la voz enojada de mi padre siguía sonando por el minúsculo espacio del enorme camión que conducía desde hacía unas muy largas horas, el mismo que en la parte trasera llevaba dos toneladas de cocaína.— ¿Sabes por lo menos la magnitud de los problemas que se avecinarán sí el jefe de esos hombres se enoja por lo que les hiciste?Di un trago a la botella que me acompañaba para luego dejarla en su lugar.—¡Es mi maldito problema!— grité de mala manera, y es que las palabras que esos hijos de puta, se repetían una y otra vez por mi mente.—¡No!— gritó de vuelta a través del auricular.—¡No es tu maldito problema! ¡Es de los dos! ¡De todos!Sus gritos solo provocaron que la rabia me envolviera en su totalidad. Mis dientes se apretaron y casi pude sentir mi sangre hirviendo en mi cabeza, mis manos se afianzaron con tantas fuerzas al volante que claramente pude ver mis nudillos perder el color piel y tornarse a un crudo blanco.—¡Se lo merecí
Mayo, 18Había olvidado todo, mi mente parecía haberse quedado en blanco excepto por la voz del fiscal repitiendo una y otra vez las palabras que acabaron con todo mi maldito mundo. Me sentía horriblemente mal, ahogada, sofocada, enojada... Triste, muy triste y decepcionada.Mi mente no ha parado de dar vueltas desde el momento exacto en que pude entender claramente lo sucedido años atrás. ¿Como pudo ser? ¿Que demonios pasó? ¿Como mierda terminé casada con el hijo de puta que en una noche acabo con todo lo que tenía?... ¿Como pudo burlarse de mí de esta forma?En segundos ví mi mundo caerse, todo lo que creí que había construido, toda la felicidad que probé gracias a él, todo, absolutamente todo, se vino abajo. ¡Mató a mi familia! ¡A mamá! ¡A papá!... A Jean.De mis ojos no paraban de salir lágrimas pesadas y calientes, y es que el dolor que estaba sintiendo era inexplicable, era tortuoso y asfixiante. Con cada pensamiento o imagen que mi cerebro creaba para mí, podía ver claramente c
—¡¿Que mierda haces, Damián?!— escucho gritar a Hansel, pero su voz a mis oídos llegaba muy baja. Supe entonces que me estaba pasando.— ¡Te dije que te quedaras en la cocina!—¡No me jodas, Hansel! ¡No iba a quedarme en la maldita cocina viendo como dejabas que se fuera del edificio!Empiezan a discutir mientras que a mí poco a poco el aire se me va. No estaba preparada para verlo, para sentirlo cerca un a vez más, sabía que un encuentro con él después de lo sucedido me sacaría de mí, tenía muy claro que un encuentro con él cuando apenas ha pasado menos de una hora y media, me haría perder totalmente el control de mí misma, el mismo control que aprendí a manejar gracias a él.Desde aquella noche de invierno en las bodegas, desde aquel fatídico incendio en que los policías y todos dimos a Damián por muerto, que no había pasado por otro de estos agobiantes momentos.Ellos seguían discutiendo y no fué hasta que me dejé caer sobre el piso que voltearon a mirarme. Hansel de inmediato se ac
Damián Webster.El reloj marca las nueve y cuarenta de la noche y sigo aquí en la mansión. Han pasado muchas horas, ya Ámbar ha de haber despertado, pero aún así no he levantado mi trasero de esta silla, no he salido de la oficina en la que llevo horas encerrado, para tomar a mi hija e irme a casa.No lo he hecho porque simplemente no sé como carajos explicarle las cosas, no tengo ni la más puta idea de cómo mirar sus ojos mientras le digo que efectivamente fuí yo quien acabé con su familia.No sé qué hacer, no sé cómo proceder apartir de ahora, lo acepto. Estoy que la cabeza me explota, casi puedo sentir la sangre correr por mi cuerpo con fuerza. Me siento frustrado, muy cansado emocionalmente.Temo realmente a que su decisión de irse no sea sólo un impulso provocado por lo que recién acaba de descubrir. Temo perderla, perder a mi hija.—No. No Damián.— habla Hansel y dejo de mirar a la nada para observarlo a él. Con mis dedos saco el cigarrillo de mis labios y a desgana lo dejó caer