Agosto, 03
Hansel.
El celular suena indicando la llegada de un mensaje, sin dejar de ajustar las cordones de los zapatos de mi hijo, leo el mensaje que se refleja en la pantalla de bloqueo del teléfono que yace a un lado de Noah en la cama.
—Ya está.— digo terminando mi labor para luego levantarlo por debajo de los hombros y dejarlo en el piso.
—Estoy más guapo que tú.— alardea con una risa que correspondo mientra cojo el teléfono para responderle a Amelie.
—Yo estoy más linda que todos.— interviene Mía deteniéndose a su lado.
—Las princesas siempre son más hermosas que los príncipes.— concuerdo y ensancha su sonrisa antes venir a mis brazos.
—Pero de todos los príncipes yo soy el mejor.— recalca mi hijo y sonrío ladeando la cabeza.
—Concuerdo.— digo divertido y él sonríe.
—¡Yo también!— secunda la pequeña rubia en mis brazos.
—Con gusto seguiría está importante conversación con la realeza, pero sí no nos marchamos ahora, nuestra dulce Lie se convertirá en la dragona de Shrek.— hablo