Marcelo hace lo que le pide y al igual que hizo Mateo al leer el título de lo que estaba leyendo levanta la vista para ver a su hermana.
—Dime que no firmaste esto sin un abogado presente —le pide casi en súplica.
Mateo sonríe ante la pregunta de Marcelo y Helena vuelve a rodar los ojos.
—No firmé nada y no hagas más preguntas hasta que no termines de leer todo el contrato —le exige levantando el dedo índice. Marcelo acepta la condición de su hermana y continúa leyendo. Cuando termina observa por unos segundos a su hermana en silencio—. Antes que me hagas las mismas preguntas que me hizo Mateo, te sugiero que me acompañes a hablar con papá y ahí ambos se quitan todas las dudas que tengan —le indica con seguridad.
—No pensaba hacerte ninguna pregunta —se defiende él.
Y sin que ella se lo espere, él se abalanza sobre ella y la abraza hasta casi dejarla sin aire. Mateo los observa divertido, mientras Helena trataba de quitarse a su hermano de encima.
—Marcelo, no puedo respirar —se