42. INCERTIDUMBRE
Por su parte, los incidentes de ese día le habían servido de lección a Sofía, no solo con su jefe que la había tratado muy diferente. Hasta llegó a pedirle que fuera suya, después de confesarle que le gustaba como mujer. No tenía idea de cómo iba a arreglar eso, aunque debía hacerlo. Sobre todo esos hechos, le enseñaron que debía cuidar sus emociones.
El susto de que su hijo estaba enfermo, la hizo decir cosas que no debía a un desconocido. No podía volver a confiar en nadie tan fácilmente. Lo primordial era proteger a su pequeño y evitar que su secreto saliera a la luz. Era el segundo error que cometía al confiar en quien no debía.
Además, Sofía sabía que no debía involucrarse de ninguna manera íntima con su jefe. Eso pondría en gran peligro su trabajo, sin mencionar que él sabía que vivía sola y podría venir a visitarla, descubriendo así a su pequeño y gran secreto y con ello, su gran mentira.
Hasta ahora había logrado mantener a su hijo oculto, incluso de Mía que estaba co