283. CONTINUACIÓN
Guardaron silencio unos momentos donde sólo se escuchaba el sonido de las respiraciones de los presentes.
—En nuestra búsqueda por la verdad, hicimos muchas cosas sin revelar nuestra identidad —prosiguió Yavier—. No lo hicimos público porque cuando recibimos la noticia del incendio, nuestra hermana se había quitado la vida y al regresar encontramos que Javier Inclan se había apropiado de todo, incluso de nuestro nombre. Éramos jóvenes, sin dinero ni recursos. Sin embargo, logramos involucrarnos en algunos de los negocios que nuestro padre tenía con Sir Cavendish, el abuelo de César. Teníamos la misma edad que Alexander. Para entonces, Javier Inclán ya se había casado con Lady Lorena y habían expulsado a Lord Henry de la familia. Mi hermano siempre ha sido el cerebro detrás de nuestros planes, y no estoy tratando de evadir mi responsabilidad —aclaró Yavier, asegurándose de que Sofía estuviera siguiendo cada palabra.
—Yo creía que él era mi padre, no tú —confesó Sofía con voz temblor