176. EL PASADO. CONTINUACIÓN
Javier se levantó de su silla y se acercó a Victoria, con una mirada fría y decidida en sus ojos. Llega hasta donde está su amante, quien lo mira furiosa. Le acaricia el rostro y luego la besa. Al separarse, le dice:
—Victoria, no voy a permitir que nadie se interponga en nuestro camino. Haremos lo que sea necesario para separarlos —aseguró viendo la sonrisa de la chica que lo abraza. — Tú solo tienes que mantener tu papel de niña buena en casa, yo me encargaré del resto.
Victoria asintió, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda. Sabía que Javier era capaz de cualquier cosa para proteger su posición social. Aunque el gran Sir se había negado a reconocerlo como un Cavendish, Javier estaba decidido a entrar en esa familia de manera triunfal. Casar a Victoria con el heredero Alexander Cavendish era su carta de triunfo, y Elvira representaba su mayor debilidad. La utilizaría para obtener todo lo que le pertenecía por derecho propio, se decía a sí mismo.
Victoria, por su parte, era