143. EL ESPECTRO EN EL CEMENTERIO
Fenicio y Carlos salieron de la iglesia juntos, dispuestos a enfrentar a López y tratar de encontrar una solución a la situación en la que se encontraban. Aunque la desconfianza aún persistía en el aire.
El señor López se encontraba enfrascado en una discusión de negocios cuando vio entrar con sorpresa a Fenicio seguido por Carlos. Interrumpió lo que hacía y se puso de pie de inmediato.
—¿Qué hace este aquí? —preguntó molesto.
—López, déjame explicarte —comenzó Carlos con voz temblorosa, cayendo de rodillas frente a él mientras el señor López lo observaba con una mirada gélida—. Sé que no merezco el perdón por lo que hice, César, pero te aseguro que he aprendido la lección. Durante todo este tiempo, he estado junto a mi padre, quien está profundamente enfadado conmigo por traicionarte. No sabes cuánto me ha castigado y humillado. Sin embargo, no estoy aquí solo por eso.
Es porque mi padre me hizo darme cuenta de algo que había olvidado momentáneamente: somos una familia humilde y