Caliente y húmedo.
Fue lo primero que pensó Ashary cuando comenzó a despertarse en la mañana. Recordaba que la noche había sido especialmente fría a pesar de la chimenea, de la gruesa colcha sobre él, y del cuerpo del alfa que tenía una temperatura mayor… espera.
Los ojos de Asha se abrieron de pronto. No encontró el rostro del alfa frente a él, aunque no estaba durmiendo solo. Su cuerpo estaba siendo abrazado y el peso del rostro de este estaba sobre su pecho, pero se sentía inusualmente caliente. Conocía la temperatura del cuerpo de Lyon y no era así.
Agarró el borde de la colcha y la levantó. Efectivamente Lyon tenía su rostro contra él y dormía, pero sus mejillas estaban ligeramente rojas y su frente estaba húmeda. El ceño de Ashary se frunció y tocó esta encontrándola caliente.
-Lyon- se incorporó sobre su codo llamándolo preocupado. Que él, como alfa tuviera fiebre no era bueno. Era bien sabido de la buena salud que gozaban los alfas. Cuando se enfermaban era porque su cuerpo ha