Las veces anteriores en las que se habían besado —pero realmente besado— uno u otro no estaba en sus verdaderos cabales. Ahora podían estar influenciados por las feromonas; sin embargo, ambos eran conscientes de lo que estaban haciendo y… no lo olvidarían.
Y Lyon pudo afirmar una cosa: sabía endemoniadamente bien. Ni siquiera cuando le había dado el mejunje raro de su madre, boca a boca, había sentido aquello. Es que, si pensaba bien… este sería su primer beso estando los dos en sus sentidos completos.
Extraño. La verdad que sí, dado que eran compañeros, habían tenido sexo, estaban enlazados y ya tenían cierto historial. Mas no importaba lo pasado anteriormente. Ahora los dos estaban en su sano juicio, siendo conscientes de la boca del otro.
No era un beso agitado como los anteriores, ni dominante. Más bien, era lento, quizás demasiado, como si a alguno de los dos le diera miedo ir más allá. Los labios de Lyon chupaban suavemente los de Ashary, rozándolos, mordiéndolos con la punta de