El chico notó que aquel extraño, quitando que no parecía ser hostil contra él, tenía sus ojos fijos en la marca en su cuello y se la cubrió con la mano, aunque tuvo que esconder una expresión de dolor. Había estado demasiado tiempo a la intemperie, y aunque por las nubes naturales en la zona, el resplandor también lo afectaba. Pero no era como si pudiera irse y no hacer nada.
-Solo estoy haciendo mi trabajo- apretó los labios, como si hacía tiempo no recibiera ese tipo de preguntas preocupándose por él.
Fue a agarrar la palangana, pero Charles retrocedió impidiéndoselo. Frunció el ceño y sus ojos se entrecerraron.
-Espera, antes que te alarmes, vinimos a ayudar- señaló por encima del hombro el grupo a varios pasos de él- Nos permitieron quedarnos en el pueblo a cambio de que ayudemos. Somos viajeros de paso.
El chico pareció confundido mirando del grupo a él.
-¿Y?- había desconfianza en su voz.
-Pues el jefe del pueblo nos dijo que te buscáramos y que nos darías instrucciones de que h