Capítulo 31: Lluvia.
La tormenta caía con furia sobre Madrid. Las ventanas vibraban con cada ráfaga de viento y el sonido constante de la lluvia sobre el techo parecía envolverlo todo. Dentro de la Fundación, el reloj marcaba casi las nueve de la noche, pero Cynthia aún no se había ido. La jornada había sido larga, y Mathias todavía revisaba documentos en su oficina.
Cynthia se asomó por una de las ventanas del pasillo. Las farolas apenas iluminaban la calle inundada. El agua cubría las aceras, y los coches pasaban lentamente, levantando olas con cada rueda.
Suspiró. No quería manejar hasta casa con ese clima, pero tampoco tenía muchas opciones. Mathias salió de su oficina justo en ese momento, y al verla, detuvo su paso.
—¿Sigues aquí? —preguntó, con una sonrisa cansada.
—Sí… estoy viendo cómo me las arreglo para volver. No quiero quedarme atascada en plena avenida.
Mathias dudó un instante. Se notaba que había estado pensando algo, y finalmente, habló:
—Compré una casa nueva hace poco… queda a cinco min