Capítulo 111

Aleckey, Asher, Calia y Luz llegaron al corazón del territorio de Dimitri. El aroma a tierra húmeda, pino quemado y sangre vieja impregnaba el aire.

En la puerta principal de la mansión, se encontraba Sitara, con su cabello oscuro trenzado cayendo sobre una capa de cuero rojo sangre, y esa sonrisa ladeada que era todo un poema de desafío y poder.

—Has tardado, Aleckey —dijo con esa voz que podía acariciar o desgarrar, según su humor—. Pensé que el rey de las nueve manadas sabría llegar más rápido a todas... o quizás —añadió con una mueca divertida— no me viste como una mujer leal.

El rey alfa no respondió enseguida. Se limitó a mirarla en silencio, como si pudiera leer directamente su alma. Sitara, lejos de achicarse, sostuvo su mirada con arrogancia feroz.

Fue Roan quien rompió la tensión. Avanzó hasta quedar frente a su amigo y, con un gesto de respeto, se inclinó levemente.

—Alfa —gruñó, su voz cargada de determinación—. Estamos listos. No habrá misericordia contra los traidores.

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App