ARTEA:
Miraba a la hija del alfa Ridel muerta en la mesa ceremonial de los brujos y no podía creerlo. Tantos años de espera habían resultado en esto. Primero, mi padre eliminó a su Luna para que yo me convirtiera en su mujer. Sin embargo, aunque me dejó vivir en su casa, jamás me tocó ni me permitió entrar en su habitación ni en la de su hija. Por eso, papá, que era el artífice detrás de ese plan obsesionado con obtener un heredero Alfa Real, me ordenó quedarme y criar a mi hijo Arteón a su lado para casarlo con Kaela. Pero Ridel la envió lejos, donde nadie pudo encontrarla jamás, a pesar de que la buscamos, y cuando regresó, lo eliminamos ese mismo día. Intentaron hacerle creer que había sido el Alfa Kaesar. Ridel alcanzó a decirle a su hija que era una Alfa Real y pareja destinada de mi sobrino. Aunque estuvo de sirvienta de mi he